¿Alguna vez has pesando que una emoción puede llegar a ser más que eso?
Se ha hablado mucho sobre la importancia de la inteligencia emocional y la educación emocional en tiempos de pandemia y de crisis mundial. En el aula, sobre todo a partir de la última etapa de la enseñanza básica, el mundo emocional cobra cada vez más protagonismo. La inserción de programas específicos que entrenen a los alumnos para madurar con equilibrio es fundamental. Su lugar específico es la acción tutorial, pero no siempre encontramos el tiempo o los recursos para poder llevarlos a cabo. Tampoco todos los profesores estamos preparados para abordarlos. En el mundo de las emociones, la influencia de los factores ajenos a la escuela, la familia, sus iguales y su mundo interior, tienen un peso mucho mayor que lo que ocurre dentro de los muros de nuestras escuelas. Pero, como docentes, sí tenemos la necesidad de educar las emociones en su interacción con el aprendizaje, enseñándoles a resistir aquello que interfiere en ellos y aprovechar aquellas que favorecen la eficacia, transformando así las emociones en mucho más que simple emoción, llevándolas al nivel de emoción ejecutiva o pensamiento. A la larga una emoción bien entrenada potenciará otras áreas del desarrollo cognitivo y conductual.
¿Cuáles pueden ser indicadores de logro al final de un programa que busque educar las emociones?
¿Qué buscamos ver y valorar en nuestros estudiantes para poder diseñar la mejor manera de ayudarlos? Recordemos que estos elementos se dan de forma diferencial en muchos alumnos, que pueden tener dificultades en uno y ser brillantes en los demás. Estos indicadores nos ayudan a conocerlos mejor y personalizar nuestro acompañamiento. En los programas que imparto sobre orientación, convivencia escolar y formación para la ciudadanía para adolescentes, hemos identificado la siguiente lista:
¿Qué obstáculos debemos eliminar o reducir para los estudiantes?
Otros elementos dificultan que los alumnos puedan gestionar sus reacciones con facilidad e incitan a tener reacciones desproporcionadas:
Estrategias de contexto
Estrategias de modelado
Estrategias de desafío
¿Con cuál te quedas
tú?
Como dijimos antes,
la inserción de programas específicos que entrenen a los alumnos para madurar
con equilibrio es fundamental y por eso la acción tutorial docente será de gran
impacto en el desarrollo cerebral de las emociones. La pregunta clave ahora es
¿con qué estrategias comenzarás a trabajar tú en la sala de clases? ¿de
contexto, de modelado o de desafío? ¡Todo el éxito con el camino que emprendas!
Dr (c) Joaquín
Triandafilide
@comunidadneuroeducas
Neuroeducador.
Especialista en Metodologías Emergentes.
Director del Programa Vivir con Sentido – Convivencia y
Adolescencia.
BIBLIOGRAFÍA
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